lunes, marzo 16, 2009

Un caso de la vida real.

Una de las causas por las que no actualizaba en estos días fue una problemática de salud pública que hizo crisis hace menos de un mes que hizo gran revuelo y que sucedió en una zona de Mexicali llamada Los Santorales.
Desde el mes de septiembre hubo varias muertes en esta zona, más concentrados en la colonia San Jacinto, 9 para ser exactos, como común denominador tenían fiebre y deterioro neurológico, de los primeros 6 decesos se halló que eran causas independientes entre sí como neumonías, meningitis y un caso de apendicitis complicada, y de los últimos 3 (que eran niñas) se hallaron ciertos microorganismos llamados Rickettsia, que entre otras enfermedades provoca el tifus (la antiguamente llamada fiebre de trincheras por ser epidemia durante la Primera Guerra Mundial) y la fiebre de las Montañas Rocallosas, que correspondía a los casos que vimos, esta enfermedad es transmitida por piojos, garrapatas e insectos afines y el tener contacto con perros, gatos o ratas infestados es una clave para sospechar de esta enfermedad, que se caracteriza por escurrimiento nasal y fiebre que pueden confundirse con una gripa, pero la fiebre es mayor a 3 días, difícil de controlar y se acompaña de manchas rojas parecidas a ronchas y a moretones que inician en brazos y piernas para luego pasar al resto del cuerpo, tras lo cual hay ataque al estado neurológico (convulsiones, somnolencia que puede llegar al coma) y en casos graves a la muerte.
Como el centro de salud de la zona no se daba abasto (y seamos sinceros, trabajan poco), trasladaron a las unidades móviles pra dar consulta a quienes lo solicitaran, nos desplegaron desde el corazón de la San Jacinto hacia la periferia y a mi grupo lo pusieron en el parque en que hubo una protesta ya que había fallecido una níña recientemente, así que si nuestro jefe no hubiera llegado al momento para hablar, me hubieran puesto una madriza, es en serio. Seguidamente nos estuvimos en la zona por 10 días hasta calmar a la gente ya que no hallamos sospechosos de Rickettsia, parece que hubo unos casos sospechosos detectados por otra unidad y los centros de salud, pero al hallarse a tiempo no pasaron a mayores, se fumigó la zona y excepto unas 2 escuelas que hicieron caso omiso (es decir que mandaron al carajo las indicaciones) de ventilar bien los salones por lo que hubo intoxicaciones leves por insecticidas, pero nada qué lamentar excepto la ausencia de algunos alumnos y profesores a clases, lo curioso es que en ninguna casa hubo intoxicaciones.
El que quiera echarse la vuelta a ese rumbo, llamado Santorales porque las colonias tienen nombres de santos, Santo Niño, Santa Isabel, San Carlos, San Jacinto, San Pablo, etc..., verá perros callejeros por doquier (en realidad ya no, porque sacrificaron a cerca de 400), lotes recién limpios tras quién sabe cuánto tiempo, drenes desazolvados, pero hace un mes era un desmadre ya que por una parte el ayuntamiento no le ha puesto atención a la zona y por otro la dejadez de la gente que es muy apática al respecto en la mayoría de los casos, por lo que se va a lanzar un programa de educación para ambientes saludables y nosotros estaremos aún al pendiente de si hay nuevos brotes.
Hay varias teorías del por qué del brote, una es la importación de ropa de algunas partes de Estados Unidos donde la Rickettsia es endémica, otra es la inundación de la laguna de oxidación de aguas negras cercana, una tercera es una supuesta planta nuclear en la cerca zona de La Rosita, lo cual no es creíble ya que lo que habría sería cáncer (en especial leucemia) y no infecciones, pero el tema fue politizado hasta el cansancio, al menos la población general ya conoce la existencia de las unidades móviles y pudimos limitar el daño, a ver cuánto dura.