El recuento de los daños (electorales).

Antier fueron las elecciones en el estado, como ya han de saber, el ganador con un 50% más o menos, fue el panista José Guadalupe Osuna, mientras Jorge Hank Rhon llegó a 43% aproximadamente, del 7% se repartieron entre Jaime Hurtado de Mendoza y la candidata de Alternativa, que no recuerdo su nombre (y los nulos).
La concurrencia fue del 42% en promedio, mejor que hace 3 años, pero muy baja con respecto a otros estados y a la media nacional, lo cual es una pésima señal, ya que una buena parte de la ciudadanía le vale madre las elecciones (aunque también están los que trabajaron el domingo, quienes no pudieron salir, pero la mayoría fue por desidia), síntoma del hastío y la indiferencia que un más que azul, gris, y un rojinegro (chaleco rojo y negro historial) nos han dejado, un PRD que no supo aprovechar un nicho amplio de votantes, un Convergencia que dejó mala impresión ya que su candidata declinó a favor de Hank, con quien no hay coincidencias, a cambio de un posible hueso (que no le llegó, por supuesto) y un Alternativa minoritario al mínimo.
En Mexicali, la presidencia municipal la recuperó el PAN, a manos de Rodolfo Valdez, quien ha mostrado más personalidad de lo que pensé al inicio (incluso en mi primer escrito al respecto no lo veía muy bien que digamos), Tijuana, Ensenada y Tecate para el PAN y Rosarito para el PRI (sólo hay 5 municipios, a diferencia de otros estados en que hay más de 100 e incluso 600 en Oaxaca).
Ahora, veamos cómo se conforman los gobiernos este próximo sexenio (el cuarto consecutivo para el PAN, lo cual ya no sé si es bueno o no, porque existe el riesgo de que se convierta en otro PRI); por su parte Hank aunque parece aceptar su derrota, alega que quien le ganó fue el abstencionismo, pero los votos que ganan no son los que no se dan, sino los que sí se dan, así que debería replantearse su campaña si quiere volver a competir o si va a continuar en la política (mi recomendación es que no lo haga).