Estrés y ansiedad.

El estrés (también escrito Stress) es un evento agresivo que rebasa la capacidad de adaptación del individuo, el evento es subjetivo, lo que a uno le parece insignificante para otro es de capital importancia, y la respuesta al mismo varía de acuerdo a la personalidad.
Las causas de estrés suelen ser familiares, escolares, laborales, financieras, relacionadas con la muerte o con desastres naturales o situaciones políticas o sociales, sin descartar cualquier otra situación especial.
Uno puede reaccionar al estrés con depresión o con ansiedad, síntomas físicos, retraimiento, uso inmoderado de alcohol, drogas o sexo, sentimientos de ira, culpabilidad, negación, frustración, vergüenza, reactivaciones de un estrés agudo pueden manifestarse con inquietud, fatiga, tensión constante, irritabilidad, falta de concentración, pesadillas, lo que en ocasiones lleva a la automedicación o al alcoholismo o la drogadicción.
El "transtorno por estrés postraumático es la "experimentación repetida" de un hecho especialmente traumático, la cual lleva capacidad disminuída de reacción y la evitación de todo lo relacionado con el evento, además de impulsividad, sueños relacionados con el evento y exceso de alerta, exacerbándose con un recordatorio del evento original, aunque los casos más difíciles de tratar son los que se manifiestan tiempo después del evento original (mientras más temprano sean los síntomas, más fácil será la recuperación siempre que el tratamiento sea inmediato), el tratamiento es conductual (técnicas de manejo del estrés, ocupacionales y el reconocimiento de la causa del estrés), sociales (los ajustes sociales como cambio de trabajo o domicilio, ajustes de la dinámica familiar), psicoterapia y medicamentos como los ansiolíticos, propanolol, carbamazepina y alguno remedios naturistas como la hierba de San Juan o valeriana.
La ansiedad se define como un estado de temor, agitación o incertidumbre secundario a la expectativa de un evento agresivo, en el caso que esta expectativa sea irracional, incapacitante y constante constituye el transtorno de ansiedad, el cual se caracteriza por repercutir en otros órganos como las palpitaciones, diarea o estreñimiento, falta de aire, dolores de cabeza o de articulaciones, sudoración excesiva, también factores externos como estimulantes exacerban esta condición, como el café y la cocaína.
Los transtornos de ansiedad se dividen en 5:
1. Ansiedad generalizada: La más frecuente, que se caracteriza por la cantidad de síntomas incapacitantes ya descritos.
2. Angustia: Episodios transitorios pero intensos de ansiedad, con posible evolución a la depresión y mayopr propensión al alcoholismo y drogadicción.
3. Transtorno obsesivo-compulsivo: Ideas o impulsos irracionales asociados a alivio de estrés, relacionadas a personas muy organizadas que detestan perder el control, a veces hay conductas paranoides o delirantes.
4. Fobias: Miedos irracionales a cosas o a situaciones, las más comunes son la agorafobia (a espacios abiertos), claustrofobia (a espacios cerrados), social (a situaciones en que el afectado interactúe con otras personas), aracnofobia, etc...
5. Transtornos disociativos: Reacciones precipitadas por crisis emocionales, como la fuga, la amnesia, el sonambulismo, personalidad múltiple o la despersonalización.
Siempre descartar alguna dependencia a sustancias o situaciones médicas como tumores, infarto, transtornos de sistema nervioso, el tratamiento es médico, psicoterapia, conductual y social.
Un derivado de este tipo de transtornos es el somatomorfo y el dolor crónico, de los cuales luego escribo.